Ya pasó el fin de semana de carnaval, y a pesar de los pronósticos, el tiempo no ha sido tan malo como esperábamos, así que hemos podido disfrutarlo un poco más.
Nuevamente este año, como viene ocurriendo desde allá por el año 1995, qué se dice pronto, mi familia ha salido en una comparsa. Este año nos tocaba de Poker y Reinas de corazones.
Y como no, también como cada año, los complementos han sido mi mayor ocupación durante estas semanas previas al carnaval;
Pendientes y anillos,
tocado y corona,
capas para el frio con sus respectivos broches para llevarlas bien sujetas,
leotardos a falta de medias,
bolso y zapatos a juego.
Como veis, esto y un pequeño gran virus estomacal me han tenido más que ocupada, pero al final merece la pena por disfrutar del carnaval.
Y ahora solo queda esperar a que llegue el del año que viene, ¿cuál será el disfraz...?
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