A mí me encantan, y allá donde van causan furor.
Así que cuando Arrate e Iraide vieron la foto de estos ratoncitos
se enamoraron de ellos, como yo, y me encargaron unos iguales para regalar.
Aunque podían haber elegido colores o detalles diferentes, estaban seguras de que los querían iguales a estos, así que dicho y hecho,
aunque en esta ocasión van personalizados con los nombres de los niños destinatarios,
para que no haya dudas.
Sara,
que el ratoncito os traiga muchas cositas,
cuando metáis vuestro diente en su tripita.
Gracias Iraide y Arrate
por vuestra confianza para algo tan especial.
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