En una día de lluvia de primavera, por la tarde, cuando todo está ya en calma, Marta, que es como mi hija ha decidido que se llame esta simpática muñequita,
se dispone a dar un paseo por el parque.
Para ello se atavía con su abrigo,
sus botas,
se peina haciéndose dos grandes coletas,
coge su paraguas,
y sin olvidarse del bolso, a juego con su florido vestido, sale a dar una vuelta paseándose por el parque.
En realidad, Marta ha ido a casa de una buena amiga, para alegrarle los días lluviosos de primavera y los del resto del año. Por eso ha recogido esta gran flor que se ha convertido en un portavelas que iluminará esas tardes un poco más tristes.
Disfrútala y espero que cada vez que la mires, una sonrisa asome en tu cara.
Y que cuando enciendas la vela, encuentres la calma y tranquilidad que tanto buscas.
Disfruta de todos los días, aunque esos días sean días de lluvia.