Ya sabéis cuánto me gustan,
me encanta hacerlos
porque representan, para mí, la inocencia,
esa que tenemos de niños y que nunca deberíamos perder.
Carmen pensó que serían el regalo ideal para sus sobrinos,
tres niñas, y cuatro niños,
dos de ellos hermanos,
lo que me permitió hacer un ratoncito diferente, azul, ¡Qué bien!.
Allí lo tenéis,atrás del todo,
igual de mono que los demás, ¿verdad?.
Es lo bueno que tiene hacer las cosas por encargo,
y totalmente artesanales,
que las puedes hacer a tu gusto.
Dentro de poco os mostraré otro ratoncito también muy especial,
totalmente personalizado.
Mientras tanto, si tu también quieres sorprender al pequeño de la casa,
recuerda, ponte en contacto conmigo en
estaré encantada de atenderte.
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