Ana, tubo una gran paciencia, cuando decidió encargarme estas Maritxus.
En principio iba a ser solo una, pero se corrió la voz por el colegio de su hijo,
y al final fueron seis. Hasta aquí, dijo Ana, ya no te pido más.
La verdad, a priori, para mí no era problema el número,
pero la mala suerte se cruzó conmigo, y por consiguiente con Ana,
y las Maritxus se hicieron esperar.
Ella me hizo saber que la espera mereció la pena, ya que cuando las recibió
le gustaron mucho, según sus propias palabras, <<son preciosas, más aún al natural>>.
Leer estas palabras, te quita todos los males, y por supuesto las preocupaciones de no cumplir con los plazos de los pedidos establecidos.
Quiero agradecerte Ana, que confiaras en mi a pesar de todo, tu paciencia y tus palabras, alivio de mis males. Y me siento feliz de haber creado estas Maritxus para ti.
Como veis, en esta ocasión están personalizadas, en su tripita, con los nombres de sus destinatarios.
reciban muchos regalos de Maritxu Teilatukoa cuando le dejen su diente.
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